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jamacor
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Tomás Luis de Victoria, Tenebrae factae sunt. Tomás Luis de Victoria (Ávila, 1548 / Madrid, 1611) Tenebrae factae sunt Tenebrae factae sunt Otra de las joyas que compuso Tomás Luis de Victoria es …Más
Tomás Luis de Victoria, Tenebrae factae sunt.

Tomás Luis de Victoria (Ávila, 1548 / Madrid, 1611) Tenebrae factae sunt
Tenebrae factae sunt

Otra de las joyas que compuso Tomás Luis de Victoria es este "Tenebrae factae sunt", cuyo texto describe el momento de la crucifixión de Jesucristo (es el quinto de los nueve responsos de maitines del Viernes Santo):

Tenebrae factae sunt
Se hizo la oscuridad
dum crucifixissent Jesum judaei;
cuando Jesús fue crucificado por los judíos;
et circa horam nonam exclamavit Jesus voce magna:
y sobre la novena hora Jesús clamó con gran voz:
Deus meus, ut quid me dereliquisti.
Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

(Segno)
Et inclinato capite, emissit spiritum.
Y con la cabeza inclinada, entregó su alma.

(Solo)
Exclamans Jesus voce magna ait:
La gran voz de Jesús que clama, dice:
Pater, in manos tuas commendo spiritum meum.
Padre, en tus manos encomiendo mi alma.

Vaya por delante mis disculpas a los puristas del latín, la traducción es mía sin diccionario ni nada. Seguramente haya incorrecciones. Mea culpa ;)

Esta pieza sigue la misma estructura que el "Amicus Meus". Voces que se adelantan para dar intensidad al texto (y también a la música que sigue inmediatamente), pero en general es una polifonía muy vertical. Es otra de las características de determinada música del Renacimiento, que se aleja de las fugas y el contrapunto, que dan lugar a polifonías más horizontales en que unas voces imitan a otras persiguiéndose y formando una maraña en la que el texto es difícil de descubrir. Esta polifonía, más vertical, juega con las voces a través de los ritmos a tiempo y a contratiempo o notas sincopadas, de modo que el texto sea más inteligible sin que por ello la música sea totalmente homofónica (es decir, que todas las voces vayan a la vez siempre).

A destacar en el comienzo la importancia que le da Victoria a la palabra "Tenebrae", ya nada más empezar. Sopranos y Altos vuelven a adelantarse con el "dum cru-" en la siguiente frase, que lleva a "Jesum" con un crescendo notable volviendo la relajación con "judaei", que enlaza con la siguiente frase adelantada por Sopranos y Tenores (0:32 y 0:33 respectivamente) "et circa horam nonam". Aquí tenemos el primer momento de clímax de la pieza: "exclamavit", adelantado por los hombres y reforzado por las mujeres.

Silencio. Bajos primero, seguidos de Tenores y Sopranos (éstas en notas graves, para continuar con el tenebrismo): "Deus meus". Lo repiten todas las voces y en todas suena a lo mismo: a dolor. "Ut quid me dereliquisti", hombres primero en notas agudas, mujeres después reforzando y terminando todos al mismo tiempo "dereliquisti" (1:39).

Llega el momento del Segno, quizá la parte más estremecedora de todas, tanto por el texto, el momento de la muerte en sí, como por la música. Especialmente por la música. "Et inclinato capite". Aquí son protagonistas los Tenores, puesto que son los primeros que entran y las demás voces van a remolque de ellos. La parte de "emissit spiritum" es ligeramente fugada y juega con las escalitas ascendentes y descendentes. Termina con un cambio de tonalidad: de La menor a La Mayor, gracias al Fa sostenido de las Altos.

El solo comienza siendo un dueto entre Soprano y Alto (o Soprano II) con varias florituras y cruces en las voces (cuando la soprano baja a notas graves y la segunda voz sube a notas agudas). Se une el Tenor con "ait", para dar más relevancia a las palabras de Cristo: "Pater", con notas largas, más importancia todavía, "in manos tuas commendo spiritum meum". La Soprano canta esta frase con pausas: "Pater (silencio) in manos tuas (silencio) spiritum meum". Mientras que Alto/Soprano II y Tenor repiten secuencias, en el caso de la mujer: "in manos tuas commendo, commendo spiritum meum"; y en el caso del Tenor: "in manos tuas commendo spiritum meum, spiritum meum". Victoria le da importancia a cada palabra de esta frase de este modo.

De aquí volvemos al Segno, que se repite, y la pieza termina en La Mayor, con el último aliento de Cristo camino del cielo.

Espero que os guste. La partitura podéis encontrarla aquí.