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MARIA DE SANTA EUFRASIA PELLETIER. A NOMBRE DE IRAPUATOMás
MARIA DE SANTA EUFRASIA PELLETIER.

A NOMBRE DE IRAPUATO
Irapuato
👏 Santa María Eufrasia Pelletier 😘 GRACIAS, Josefina ✍️
Se llamaba Rosa Virginia la niña que nació en el norte de Francia (Noirmoutier) durante los años de la Revolución (31 de julio de 1796). Cuando entra en un convento (Nuestra Señora de Caridad), según la costumbre de entonces, tiene que escoger otro nombre, se decide por Teresa, pero replica la superiora: ¿Teresa? ¿Tú, Teresa? ¿Una …Más
👏 Santa María Eufrasia Pelletier 😘 GRACIAS, Josefina ✍️
Se llamaba Rosa Virginia la niña que nació en el norte de Francia (Noirmoutier) durante los años de la Revolución (31 de julio de 1796). Cuando entra en un convento (Nuestra Señora de Caridad), según la costumbre de entonces, tiene que escoger otro nombre, se decide por Teresa, pero replica la superiora: ¿Teresa? ¿Tú, Teresa? ¿Una mujer tan grande? ¿Por quién te tienes?... Rosa Virginia reflexiona: Pues, bien. Eufrasia. Nadie conoce a esta santa tan humilde. Me llamaré Eufrasia, bien pequeñita... Sólo que aquella pequeñita iba a ser una mujer gigante en la Iglesia.
Porque su misión va a ser para la Iglesia entera. La Hermana María Eufrasia dirá su frase famosa: “Yo no quiero que se diga que soy francesa. Yo soy italiana, inglesa, alemana, española, americana, africana o hindú. Yo soy de todos los países donde hay personas que salvar”. Pronto va a demostrar que eso no son sueños bonitos. A los diecisiete años entra en un convento fundado por San Juan Eudes en el siglo XVII. Y la Hermana María Eufrasia pensaría: -¡Qué buenas son estas Religiosas! ¡Qué santas! Pero me gustaría que se pudieran multiplicar en cien y en mil... ¿Por qué no hacer lo mismo, pero de otra manera?...

Su obra

Así es cómo organiza en un Generalato las fundaciones que le piden realizar, y nace la nueva Congregación: Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, en la ciudad de Angers, diferente a la Orden fundada por San Juan Eudes ―a la que quiere tanto y cuyo espíritu conservará siempre con un gran cariño.

Hermanas Apostólicas y Contemplativas
La Hermana María Eufrasia tiene veintinueve años. La primera casa, apenas puesta en marcha, resulta un milagro. Junto con las Religiosas Apostólicas, a los cuatro meses ya cobijan sus muros a más de ochenta jóvenes y tiene una comunidad de Contemplativas, una segunda rama de la Congregación, que sigue en pleno vigor hasta nuestros días. ¿Es posible conseguir esto?... Y todo, en un ambiente de alegría contagiosa, pues la Hermana María Eufrasia las anima constantemente: ¡Salten y corran alegres, que son las ovejitas del Buen Pastor!... Aunque en medio de tanta alegría, la Hermana María Eufrasia lleva sobre sus hombros de mujer, una cruz muy pesada: la pobreza, ante todo. ¿Cómo mantener a tanta gente?... Pero no se desanima. Confía tanto en medio de la preocupación económica, que le llaman con cariño y humor La Madre de la Esperanza.

Incomprendida
Y espera en medio de las mayores incomprensiones, críticas, murmuraciones.
Todas las Hermanas la han elegido por unanimidad como Superiora General, pero los que miran mal la obra no le perdonan: ¿Qué se ha figurado esa vanidosa, presumida y llena de ambición?...
Tan dura es la prueba, que una noche, agotada de pesar, se arrodilla, toma la pluma, y escribe a Roma: Si el Santo Padre encuentra dificultad en que yo sea la Superiora General, me someto humildemente.
Pero al mismo tiempo la llaman a fundar en otras ciudades y en la misma Roma, adonde llega con ilusión enorme de ver al Papa Gregorio XVI, quien le dice: Ahora voy a ser yo quien va a sostener vuestro Instituto.

Aprobación Papal
Y así es. Con la bendición del Papa, la Congregación ya no cuenta con resistencias. A partir de ahora, empiezan aquellas fundaciones interminables. Hna. María Eufrasia es y se siente feliz, como la reina en esa colmena de la Casa Madre, lo expresa con una comparación: - En esta Casa-Madre hay una abeja-madre que os ama con afecto inmenso y se consagra enteramente a vosotras para vuestra felicidad. Hay magníficas Hermanas Profesas que son las mejores obreras. Hay otro enjambre de más jóvenes, nuestras queridas novicias, esperando desplegar sus alas para volar al trabajo. Estando en oración, Nuestro Señor me ha hecho ver numerosos enjambres que partían de la Casa-Madre para formar nuevas colonias en otras partes de Europa, Asia, África y América.

Extensión misionera

La Madre María Eufrasia vio con gozo indecible cómo uno de esos enjambres volaba a nuestra América, hacia Chile, y después a todas las demás Repúblicas.
¡Chile, la misión de mi amor!... ¡Hermanas! Estáis en América, en esta misión objeto de mi amor... Mandadme alguna cosita de América. No tengo más que una nuez que me enviaron de allí, y yo la llevo a todas partes para enseñarla...

Esto explica su dicho tan repetido: Nuestra vida debe ser siempre el celo; y este celo debe abrazar al mundo entero.

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