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Clarissa
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Las almas que sostienen. Hay vocaciones particulares y misiones diferentes, podemos hacer el bien y llevar a Cristo de muchas maneras. Pero nadie puede prescindir de esta dimensión: respaldarlo todo …Más
Las almas que sostienen.

Hay vocaciones particulares y misiones diferentes, podemos hacer el bien y llevar a Cristo de muchas maneras. Pero nadie puede prescindir de esta dimensión: respaldarlo todo con la oración. La oración y la ofrenda de la propia vida a Dios es lo que permite dar frutos abundantes, multiplica todo lo que hacemos y lo que somos, atrae al Espíritu Santo para que Él haga su obra en las personas a las que ayudamos. No importa cuántas cosas hagamos o cuál sea el estilo de nuestra vida, siempre podemos vivir interiormente así: con las manos hacia lo alto en ofrenda e intercesión, sosteniendo ahí a las almas que Dios nos confía.