La Luz de la Verdad. No es la violenta revolución que cambia al mundo, sino la silenciosa luz de la verdad, signo de la presencia de Dios, que nos da la certeza que somos amados y no somos el producto …Más
La Luz de la Verdad.
No es la violenta revolución que cambia al mundo, sino la silenciosa luz de la verdad, signo de la presencia de Dios, que nos da la certeza que somos amados y no somos el producto de un azar sino de una voluntad de amor". Lo dijo el Papa esta mañana celebrando la misa del Tercer domingo del Adviento en la parroquia romana de San Maximiliano María Kolbe en Prato Fiorito, en la vía Prenestina. Una parroquia de la periferia como muchas de las diez hasta ahora visitadas por Benedicto XVI en su pontificado, con una iglesia nueva, dedicada en abril del 2009 al santo franciscano polaco, mártir en el campo de concentración de Auschwitz. Un santo que es una luz, como el Padre Mariano de Veuster y la Madre Te ...
No es la violenta revolución que cambia al mundo, sino la silenciosa luz de la verdad, signo de la presencia de Dios, que nos da la certeza que somos amados y no somos el producto de un azar sino de una voluntad de amor". Lo dijo el Papa esta mañana celebrando la misa del Tercer domingo del Adviento en la parroquia romana de San Maximiliano María Kolbe en Prato Fiorito, en la vía Prenestina. Una parroquia de la periferia como muchas de las diez hasta ahora visitadas por Benedicto XVI en su pontificado, con una iglesia nueva, dedicada en abril del 2009 al santo franciscano polaco, mártir en el campo de concentración de Auschwitz. Un santo que es una luz, como el Padre Mariano de Veuster y la Madre Te ...