Muere sacerdote español por ébola
AFP | Martes 12 Agosto 2014 | 10:51 hrs
Madrid, España ─ El religioso español Miguel Pajares murió este martes en el hospital Carlos III de Madrid donde permanecía ingresado tras haber sido infectado por el virus ébola.
El cuerpo del sacerdote que fue repatriado de Liberia, África, el pasado 7 de agosto no será sometido en principio a ninguna autopsia ya que el riesgo de contagio sigue siendo elevado, por lo que se procedería directamente a su incineración.
En el momento del fallecimiento, el misionero de 75 años estaba recibiendo un suero experimental con el que los médicos buscaban mitigar los efectos del virus letal que contrajo cuando se encontraba trabajando como enfermero en un hospital de Monrovia.
El religioso estaba siendo tratado desde hacía varios días con el fármaco ZMapp, un suero experimental que fue importado desde Ginebra, Suiza, por el Gobierno español luego de que el Ministerio de Sanidad lo autorizara excepcionalmente.
El medicamento se encuentra en fase inicial de investigación y nunca había sido probado en seres humanos antes de que Estados Unidos lo solicitara para aplicarlo a dos de sus ciudadanos, el médico Kent Brantly y la cooperante Nancy Writebol, que también fueron repatriados desde África tras contraer el ébola.
El religioso español se encontraba en una habitación aislada de la sexta planta del hospital Carlos III, que fue vaciado de pacientes conforme al protocolo de máxima seguridad que se aplicó en el caso del misionero infectado.
La habitación, vigilada por cámaras, cuenta con un sistema de presión negativa que impide que salga el aire de la estancia al exterior, además de otras medidas de aislamiento para prevenir cualquier contagio.
En los últimos días, y por deseo expreso del sacerdote, no se ofreció ningún parte médico sobre su estado de salud que siempre fue muy delicado desde su traslado a España en un avión medicalizado.
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, a la que pertenecía el religioso, ha anunciado que no concederá entrevistas ni hará declaraciones tras su fallecimiento por el virus ébola.
Madrid, España ─ El religioso español Miguel Pajares murió este martes en el hospital Carlos III de Madrid donde permanecía ingresado tras haber sido infectado por el virus ébola.
El cuerpo del sacerdote que fue repatriado de Liberia, África, el pasado 7 de agosto no será sometido en principio a ninguna autopsia ya que el riesgo de contagio sigue siendo elevado, por lo que se procedería directamente a su incineración.
En el momento del fallecimiento, el misionero de 75 años estaba recibiendo un suero experimental con el que los médicos buscaban mitigar los efectos del virus letal que contrajo cuando se encontraba trabajando como enfermero en un hospital de Monrovia.
El religioso estaba siendo tratado desde hacía varios días con el fármaco ZMapp, un suero experimental que fue importado desde Ginebra, Suiza, por el Gobierno español luego de que el Ministerio de Sanidad lo autorizara excepcionalmente.
El medicamento se encuentra en fase inicial de investigación y nunca había sido probado en seres humanos antes de que Estados Unidos lo solicitara para aplicarlo a dos de sus ciudadanos, el médico Kent Brantly y la cooperante Nancy Writebol, que también fueron repatriados desde África tras contraer el ébola.
El religioso español se encontraba en una habitación aislada de la sexta planta del hospital Carlos III, que fue vaciado de pacientes conforme al protocolo de máxima seguridad que se aplicó en el caso del misionero infectado.
La habitación, vigilada por cámaras, cuenta con un sistema de presión negativa que impide que salga el aire de la estancia al exterior, además de otras medidas de aislamiento para prevenir cualquier contagio.
En los últimos días, y por deseo expreso del sacerdote, no se ofreció ningún parte médico sobre su estado de salud que siempre fue muy delicado desde su traslado a España en un avión medicalizado.
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, a la que pertenecía el religioso, ha anunciado que no concederá entrevistas ni hará declaraciones tras su fallecimiento por el virus ébola.
