04:57
bosco7591
1686
Carta número 3. San Gregorio Nacianceno. San Gregorio Nacianceno (330-390): Nacido en Arianzo, un pueblecito de Capadocia (hoy Turquía), cercano de Nacianzo, la pequeña ciudad donde luego fijó su …Más
Carta número 3. San Gregorio Nacianceno.

San Gregorio Nacianceno (330-390):
Nacido en Arianzo, un pueblecito de Capadocia (hoy Turquía), cercano de Nacianzo, la pequeña ciudad donde luego fijó su residencia.
Ilustre teólogo, orador y defensor de la fe cristiana en el siglo IV, fue célebre por su elocuencia y, al ser también poeta, tuvo un alma refinada y sensible.
Puso al servicio de Dios y de la Iglesia su talento de escritor y orador. Escribió numerosos discursos, homilías y panegíricos, muchas cartas y obras poéticas.
Cuando murió, en el año 390, nos dejó 44 sermones y 244 cartas, que tratan, en especial, sobre la verdadera divinidad del Espíritu Santo y la dignidad de la Virgen como Madre de Dios.
Su inspiración poética nos regaló unos cuatrocientos poemas. Sus sermones y escritos dejaron un tesoro de testimonio, en un tiempo de mucha confusión y lucha.
------------------------
Los comentarios siguientes son extractos de las catequesis sobre los Padres de la Iglesia impartidas por el Papa Benedicto XVI.
Los que se dicen a continuación fueron realizados los días 8 y 22 de agosto de 2007, en los que concretamente trató de la vida y enseñanzas de san Gregorio Nacianceno.
-----------------------
San Gregorio subraya que el hombre debe imitar la bondad y el amor de Dios y, por tanto, recomienda: "Si gozas de salud y eres rico, alivia la necesidad de quien está enfermo y es pobre; si no has caído, ayuda a quien ha caído y vive en el sufrimiento; si estás alegre, consuela a quien está triste; si eres afortunado, ayuda a quien ha sido mordido por la desventura. Demuestra a Dios tu agradecimiento por ser uno de los que pueden hacer el bien, y no de los que necesitan ayuda... No seas rico sólo en bienes, sino en piedad; no sólo en oro, sino también en virtud, o mejor, sólo en ésta. Supera la fama de tu prójimo teniendo más bondad que todos; conviértete en Dios para el desventurado, imitando la misericordia de Dios. "
(«Oratio 14, 26 de pauperum amore»: PG 35,892bc).
------------------------
San Gregorio nos enseña, ante todo, la importancia y la necesidad de la oración. Afirma que "es necesario acordarse de Dios con más frecuencia de la que se respira" («Oratio 27»,4: PG 250,78), porque la oración es el encuentro de la sed de Dios con nuestra sed. Dios tiene sed de que tengamos sed de Él (Cf. «Oratio 40», 27: SC 358,260).
--------------------
El santo obispo pide continuamente ayuda a Cristo para elevarse y reanudar el camino: "Me ha decepcionado, Cristo mío, mi exagerada presunción: de las alturas he caído muy bajo. Pero, vuelve a levantarme ahora, pues veo que me engañé a mí mismo; si vuelvo a confiar demasiado en mí mismo, volveré a caer inmediatamente, y la caída será fatal".
(«Carmina [histórica] 2»,1,67: PG 37,1408).
-----------------------
En una poesía, que al mismo tiempo es meditación sobre el sentido de la vida e invocación implícita de Dios, san Gregorio escribe: "Alma mía, tienes una tarea, una gran tarea, si quieres. Escruta seriamente tu interior, tu ser, tu destino, de dónde vienes y a dónde vas; trata de saber si es vida la que vives o si hay algo más. Alma mía, tienes una tarea; por tanto, purifica tu vida: por favor, ten en cuenta a Dios y sus misterios; investiga qué había antes de este universo, y qué es el universo para ti, de dónde procede y cuál será su destino. Esta es tu tarea, alma mía; por tanto, purifica tu vida". («Carmina [historica] 2»,1,78: PG 37,1425-1426).
-------------------------
María, que dio la naturaleza humana a Cristo, es verdadera Madre de Dios (Theotokos: cf. Ep.101, 16: SC 208, 42), y con miras a su elevadísima misión fue "purificada anticipadamente" (Oratio 38, 13: SC 358, 132; es como un lejano preludio del dogma de la Inmaculada Concepción). Propone a María como modelo para los cristianos, sobre todo para las vírgenes, y como auxiliadora a la que hay que invocar en las necesidades (Cf. «Oratio 24»,11: SC 282,60-64).
-------------------------
San Gregorio destacó con fuerza la plena humanidad de Cristo: para redimir al hombre en su totalidad de cuerpo, alma y espíritu, Cristo asumió todos los componentes de la naturaleza humana; de lo contrario, el hombre no hubiera sido salvado. Contra la herejía de Apolinar, el cual aseguraba que Jesucristo no había asumido un alma racional, san Gregorio afronta el problema a la luz del misterio de la salvación: "Lo que no ha sido asumido no ha sido curado" («Epístola 101», 32: SC 208,50), y si Cristo no hubiera tenido "intelecto racional, ¿cómo habría podido ser hombre?" («Epístola 101»,34: SC 208,50). Precisamente nuestro intelecto, nuestra razón, tenía y tiene necesidad de la relación, del encuentro con Dios en Cristo. Al hacerse hombre, Cristo nos dio la posibilidad de llegar a ser como Él.
El Nacianceno exhorta: "Tratemos de ser como Cristo, pues también Cristo se hizo como nosotros: tratemos de ser dioses por medio de Él, pues Él mismo se hizo hombre por nosotros. Cargó con lo peor, para darnos lo mejor" («Oratio 1,5»: SC 247,78).
sri caitanya das compartió esto
1
Libros Católicos en Español.
Libros del CatolicismoMás
Libros Católicos en Español.

Libros del Catolicismo