Un año de papa Francisco, la cara más amable de una Iglesia en obras
Jorge Bergoglio llegó al Vaticano con la fuerza de un ciclón y a un año del inicio de su pontificado el "efecto Francisco" no deja indiferente a nadie, pero muchos se preguntan si este extraordinario comunicador será capaz de terminar la necesaria reforma de la Iglesia y de la curia romana.
Le han llamado de todo: "revolución sonriente, soplo de aire fresco, imprevisible, auténtico, espontáneo...". Para el jesuita Gabino Uríbarri, decano de la facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, los gestos del papa "dan credibilidad" a su persona: viaja en autobús con los cardenales, se mezcla con las masas y paga la cuenta de su hotel como cualquier otro mortal.
Su estilo "sencillo y a la vez profundo" también ha cautivado al secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, quien asegura a Efe que Bergoglio "ha despertado una renovada esperanza" en la Iglesia católica, ahora "más abierta y acogedora".
Los obispos de Segovia y Palencia, Ángel Rubio y Esteban Escudero, subrayan su "profunda espiritualidad" y cercanía con el pueblo. También destaca este último aspecto el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach: el papa ha conseguido "acercar a la Iglesia" a personas que estaban alejadas.
¿Cómo consigue que el mensaje llegue tan bien a la opinión pública? Los datos son espectaculares: tras un año de pontificado, Francisco ya cuenta con más de doce millones de seguidores en Twitter y es el líder con mayor eco en las redes sociales (6.637 retuits de media), por encima del mismísimo Barack Obama.
Los españoles tampoco se libran del "efecto Francisco". Según los últimos datos del CIS, el número de católicos practicantes ha crecido más de un 2 % desde que Bergoglio accedió al cargo. El sacerdote y director de la revista Ecclesia, Jesús de las Heras, destaca su "triple lenguaje bien armonizado: gestos, palabras y hechos".
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www.diariodenavarra.es/…/un_ano_papa_fra…
Le han llamado de todo: "revolución sonriente, soplo de aire fresco, imprevisible, auténtico, espontáneo...". Para el jesuita Gabino Uríbarri, decano de la facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, los gestos del papa "dan credibilidad" a su persona: viaja en autobús con los cardenales, se mezcla con las masas y paga la cuenta de su hotel como cualquier otro mortal.
Su estilo "sencillo y a la vez profundo" también ha cautivado al secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, quien asegura a Efe que Bergoglio "ha despertado una renovada esperanza" en la Iglesia católica, ahora "más abierta y acogedora".
Los obispos de Segovia y Palencia, Ángel Rubio y Esteban Escudero, subrayan su "profunda espiritualidad" y cercanía con el pueblo. También destaca este último aspecto el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach: el papa ha conseguido "acercar a la Iglesia" a personas que estaban alejadas.
¿Cómo consigue que el mensaje llegue tan bien a la opinión pública? Los datos son espectaculares: tras un año de pontificado, Francisco ya cuenta con más de doce millones de seguidores en Twitter y es el líder con mayor eco en las redes sociales (6.637 retuits de media), por encima del mismísimo Barack Obama.
Los españoles tampoco se libran del "efecto Francisco". Según los últimos datos del CIS, el número de católicos practicantes ha crecido más de un 2 % desde que Bergoglio accedió al cargo. El sacerdote y director de la revista Ecclesia, Jesús de las Heras, destaca su "triple lenguaje bien armonizado: gestos, palabras y hechos".
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