ORAR CON ACTITUD POSITIVA. Orar «con actitud positiva» sólo es posible cuando se intenta vivir con esa misma actitud. Aunque también es cierto al revés: poner en oración, ante el Señor, a personas …Más
ORAR CON ACTITUD POSITIVA.
Orar «con actitud positiva» sólo es posible cuando se intenta vivir con esa misma actitud. Aunque también es cierto al revés: poner en oración, ante el Señor, a personas que conozco y alabarle por los dones que poseen, por sus gestos de cariño y entrega, por sus desvelos e ilusiones… es una manera estupenda para que luego caminemos junto a ellas resaltando sus aspectos positivos y desviando la mirada, la lengua y el corazón de sus fallos, torpezas o fragilidades.
Esto vale para todo y para todos, y siempre. También para releer, reflexionar y orar el Evangelio. Para dejarnos interrogar y aleccionar por cada uno de sus personajes, que, en verdad, nos representan a nosotros.
De esta forma, el Evangelio va adoptando mil rostros, con una riqueza inigualable, con una infinidad de matices para caminar en cristiano.
Pero no olvidemos una cosa esencial: la variedad de actitudes que encontramos en los personajes del Evangelio están relacionadas con la actitud del propio Jesús en cada momento o pasaje. Sólo en Él descubrimos, siempre, una actitud sana y sanadora, serena y respetuosa, cálida e invitadora, firme y veraz.
Dejémonos guiar por el texto de Montserrat Creus.
Comisión de Vida Consagrada.
Orar «con actitud positiva» sólo es posible cuando se intenta vivir con esa misma actitud. Aunque también es cierto al revés: poner en oración, ante el Señor, a personas que conozco y alabarle por los dones que poseen, por sus gestos de cariño y entrega, por sus desvelos e ilusiones… es una manera estupenda para que luego caminemos junto a ellas resaltando sus aspectos positivos y desviando la mirada, la lengua y el corazón de sus fallos, torpezas o fragilidades.
Esto vale para todo y para todos, y siempre. También para releer, reflexionar y orar el Evangelio. Para dejarnos interrogar y aleccionar por cada uno de sus personajes, que, en verdad, nos representan a nosotros.
De esta forma, el Evangelio va adoptando mil rostros, con una riqueza inigualable, con una infinidad de matices para caminar en cristiano.
Pero no olvidemos una cosa esencial: la variedad de actitudes que encontramos en los personajes del Evangelio están relacionadas con la actitud del propio Jesús en cada momento o pasaje. Sólo en Él descubrimos, siempre, una actitud sana y sanadora, serena y respetuosa, cálida e invitadora, firme y veraz.
Dejémonos guiar por el texto de Montserrat Creus.
Comisión de Vida Consagrada.
Ana Luisa M.R
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
santa clara
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
santa clara
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Rosa Rosae
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Rosa Rosae
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
3 más comentarios de Rosa Rosae
Rosa Rosae
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Pero no olvidemos una cosa esencial: la variedad de actitudes que encontramos en los personajes del Evangelio están relacionadas con la actitud del propio Jesús en cada momento o pasaje. Sólo en Él descubrimos, siempre, una actitud sana y sanadora, serena y respetuosa, cálida e invitadora, firme y veraz.
Rosa Rosae
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Esto vale para todo y para todos, y siempre. También para releer, reflexionar y orar el Evangelio. Para dejarnos interrogar y aleccionar por cada uno de sus personajes, que, en verdad, nos representan a nosotros.
Rosa Rosae
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Orar «con actitud positiva» sólo es posible cuando se intenta vivir con esa misma actitud. Aunque también es cierto al revés: poner en oración, ante el Señor, a personas que conozco y alabarle por los dones que poseen, por sus gestos de cariño y entrega, por sus desvelos e ilusiones… es una manera estupenda para que luego caminemos junto a ellas resaltando sus aspectos positivos y desviando la …Más
Orar «con actitud positiva» sólo es posible cuando se intenta vivir con esa misma actitud. Aunque también es cierto al revés: poner en oración, ante el Señor, a personas que conozco y alabarle por los dones que poseen, por sus gestos de cariño y entrega, por sus desvelos e ilusiones… es una manera estupenda para que luego caminemos junto a ellas resaltando sus aspectos positivos y desviando la mirada, la lengua y el corazón de sus fallos, torpezas o fragilidades.