Irapuato
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el 28 de febrero SANTORAL

-San Hilario, Papa y confesor († 468) Natural de Cerdeña, era diácono y hombre de confianza del papa san León, quien en el 449 le mandó a Éfeso como legado para asistir al concilio que el propio pontífice debía llamar más tarde "latrocinio". Enlazamos aquí con la historia de san Flaviano, evocada el día 18 de este mes y a cuyas vejaciones Hilario asistió horrorizado e impotente. Temiendo por su vida ante aquellos energúmenos y llevando consigo la apelación que Flaviano dirigía al Papa, Hilario se puso bajo la protección de san Juan evangelista, cuya tumba se veneraba en las afueras de Éfeso, y allí hizo un voto al discípulo amado del Señor, cuyo culto era entonces casi inexistente en Roma. Consiguió volver sano y salvo a Roma (desde donde escribió a la emperatriz Pulqueria informándole de lo sucedido), y a fines del 461 sucedió a san León en la Silla de Pedro. Gobernó la Iglesia durante siete años, durante los cuales no se produjo ningún hecho de gran relieve. ¿Olvidó el voto de Éfeso? No, hizo edificar dos oratorios en la basílica constantiniana de Letrán--aunque muy transformados, aún subsisten - que dedicó a san Juan Bautista y a san Juan Evangelista y así el nombre de Juan quedó vinculado para siempre a Letrán. Dos inscripciones recuerdan su iniciativa. Este agradecido papa recibió sepultura en san Lorenzo extramuros.

-San Román (29 de febrero), abad de Condat, en el monte Jura, Lyón († 460) Etimológicamente significa "Ciudadano de Roma". Viene de la lengua latina. Cueste lo que cueste, prepárate también a la lucha dentro de ti mismo, para ser hallado fiel a Cristo hasta la muerte. A través de esta continuidad de toda una existencia se construye en ti una unidad interior que permite franquearlo todo. Este monje ermitaño, además de dedicarse por entero a la oración la penitencia y la soledad, fundó varios monasterios. No había hecho estudios especiales, pero tenía una inteligencia y sabiduría poco comunes. Todo su ímpetu religioso arrancó en la buena formación que recibió en la familia. Los tiempos no eran los propicios. Es cierto que el imperio romano declinaba paulatinamente, pero, por el contrario, los Bárbaros comenzaban a hacer de las suyas por doquiera pasaban. Lo ordenaron de sacerdote. No quiso quedarse en la diócesis y se marchó a una ermita en compañía de la pura naturaleza. Su fama de santidad corre por aquellos lugares. Muchos jóvenes y adultos quieren seguir sus pasos. Fundó el monasterio de Condut, foco y enclave para el nacimiento de otros muchos. Luchó fuerte contra algunos príncipes y nobles en defensa de los derechos humanos y de las reglas de los monasterios. Murió en el año 460. "Das poco cuando das de tus posesiones. Es cuando das de ti mismo cuando realmente das" (Gibran).

-San Lupicino, abad, hermano de San Román (Febrero 29) San Román se había retirado, con su hermano Lupicino, al monte Jura, para hacer penitencia. Fue allí tan cruelmente tentado y atormentado por el demonio, que abandonó el yermo para volver al mundo; mientras lo hacía dio en el camino con una dama venerable que lo exhortó a la perseverancia. Volvió sobre sus pasos, y permaneció en esa soledad durante el resto de su vida, atrayendo a ella a muchos santos varones. Murió hacia el año 460. Sobrevivióle su hermano unos 20 años. Meditación sobre la penitencia: I. Haz penitencia; ¿acaso no eres un pecador? y ¿qué más necesario para un pecador que la penitencia? ¿Por qué diferirla de hoy a mañana? El reino de los cielos está cerca; acaso mueras pronto, y si no pagaste tus deudas, ¿qué harás? ¿Qué mortificaciones hiciste? Te quieres convencer de que se ha de dejar la penitencia para los que se metieron en un convento; y yo te digo que las personas de mundo la necesitan más que los religiosos, porque más caen en pecado.

-San Augusto Chapdelaine, mártir en China (Febrero 29) sacerdote de las Misiones Extranjeras de París, salió de Francia en 1852 para su misión en la provincia de Guangxi. Tras algunas dificultades, en 1854 llegó a Guiyang, capital de la provincia de Guizhou, al norte del Guangxi. Estudió durante algunos meses la lengua china, viajando luego a Guangxi, donde encontró a algunos neo-cristianos. En Guangxi existía una comunidad cristiana de 300 personas, perteneciente a la minoría étnica de los Meos o Hmongs. El ministerio de P. Chapdelaine duró sólo algunos meses. En Yaoshan celebró la primera Misa en diciembre de 1854. Eligió el nombre chino de "Ma", nombre usado también por los musulmanes por ser la sílaba inicial de Mahoma, y el sacerdote fue denunciado a las autoridades civiles como cómplice de los rebeldes musulmanes. El prefecto local, hombre sabio y equilibrado, comprende la falsedad de la acusación y aconseja al sacerdote que regrese a Guizhou por motivos de seguridad. Después de un breve período, sin embargo, el misionero vuelve a sus catecúmenos de Guangxi y, en marzo de 1855, bautiza a 9 personas, entre ellas un anciano ex-budista, Laurent Bai Man. Murió a latigazos el día 28 o 29 de febrero del año de 1856.

-Santas Marana y Cirana, vírgenes de Siria († cerca 450). Hermanas por nacimiento, vivieron durante el cuarto siglo en la ciudad de Veria (o de Berea) en Siria. Sus padres eran ilustres y ricos, paro el hogar izquierdo de las hermanas y salieron la ciudad cuando habían alcanzado madurez. Despejando de un diagrama de tierra pequeña, las santas vírgenes sellaron la entrada de su refugio con rocas y arcillas, saliendo solamente de una abertura estrecha con la cual pasaban para buscar alimento. Su pequeña choza no tenía ninguna azotea, y así que fueron expuestas a los elementos. Vivieron el ascetismo por cuarenta años. Disturbaron su soledad para hacer solamente un peregrinaje a Jerusalén para rogar al Sepulcro del Señor. Durante su viaje (que tomó veinte días) no comieron ningún alimento hasta que habían rogado en los lugares santos. En la manera detrás, también fueron sin comer. Hicieron la misma cosa en otra hora, cuando viajaron al sepulcro de la protomártir Tecla (de septiembre 24) en Seleucia, Isauria. Santas Marana y Cirana murieron alrededor del año 450. Su vida ascética igualó el de los grandes ascetas masculinos del desierto, y recibieron la misma corona de la victoria de Cristo el Salvador.

-San Proterio, patriarca de Alejandría, martirizado por los herejes eutiquianos en 457. El sucesor de San Cirilo en el patriarcado de Alejandría fue un hombre sin principios, llamado Dióscoro, que patrocinó la herejía de Eutiques y propagó sus errores. El jefe del partido ortodoxo era Proterio, sacerdote ordenado por San Cirilo. Dióscoro, que sabía la gran estima en que el pueblo tenía a Proterio y quería ganárselo, le había nombrado arcipreste y le había confiado el cuidado de su Iglesia; pero Proterio se opuso a Dióscoro, en cuanto éste empezó a apoyar abiertamente a los herejes. El Concilio de Calcedonia condenó y depuso a Dióscoro en 451; Proterio fue elegido para sucederle. La ciudad de Alejandría, tumultuosa y violenta, se dividió en dos partidos: el de Proterio y el que pedía la restitución de Dióscoro. Dos sacerdotes acaudillaban la facción cismática: Timoteo Eluro y Pedro Mongo. (Eluro, en griego, significa gato, y Mongo significa profeta de desgracias). Estos dos conspiradores provocaron tantos disturbios durante el gobierno de Proterio, que el santo vivió en perpetuo peligro de ser víctima de la violencia, no obstante la decisión del Concilio de Calcedonia y las órdenes del emperador. A la muerte de Dióscoro, Eluro logró ser consagrado para la sede episcopal y su partido le proclamó obispo legítimo de Alejandría. Las tropas del emperador echaron a Eluro de la diócesis. Esto encolerizó tanto a los eutiquianos, que San Proterio tuvo que refugiarse en el bautisterio de la iglesia de San Quirino para librarse de sus amenazas. Pero los herejes no respetaron el derecho de asilo, sino que penetraron en la iglesia y le acabaron a puñaladas, durante la Semana Santa del año 457.

-Beata Antonia de Florencia, viuda (1400 † 1472) La beata se casó muy joven y perdió a su esposo a los pocos años. Deseando consagrarse enteramente a Dios, opuso resistencia decidida a los intentos de sus parientes de casarla de nuevo. En 1429, la Beata Angelina de Marsciano envió a dos de sus religiosas a fundar en Florencia el quinto convento de Terciarias Regulares de San Francisco y la beata fue una de las primeras en entrar en él. Un año más tarde, su superiora la nombró superiora del convento de Santa Ana de Foligno, y tras tres años, fue enviada a gobernar la nueva comunidad de Aquila. Cuando San Juan Capistrano pasó por la ciudad, la beata Antonia le manifestó que deseaba una regla más estricta. El santo comprendió su anhelo y consiguió que se le cediese el monasterio de Corpus Christi, que otra orden acababa de construir. Ahí se retiró Antonia con once de sus religiosas, en 1447, para practicar la regla original de Santa Clara en todo su rigor. La humildad y la paciencia eran las virtudes características de la Beata Antonia, quien durante 15 años tuvo que soportar una dolorosa enfermedad, además de una multitud de severas pruebas espirituales. Antonia era digna hija de San Francisco por su amor a la pobreza. Algunos testigos narraron que habían visto varias veces a la beata arrebatada en éxtasis a cierta altura del suelo, y que una vez un globo de fuego apareció sobre su cabeza e iluminó el sitio en que se hallaba orando. La beata falleció el 28 de febrero de 1472. Su culto fue confirmado en 1847.

-Beato Daniel Brottier, sacerdote francés († 1936) Del hebreo, "mi juez es Dios" (1876-1936) Presbítero. Nació en La Ferté Saint-Cyr (Francia), su biógrafo no escribió datos de su familia y su niñez, sólo se tienen datos biográficos a partir de su ingreso en el seminario diocesano y al ser ordenado sacerdote. Para evangelizar en África, se unió a los misioneros de la congregación del Espíritu Santo. Enviado a Senegal en 1902, su celo apostólico se volcó en dar a conocer a Cristo entre los paganos. Durante siete años de predicación, enfermó debido a las carencias y el clima africano. Regresó a su país y se dedicó a educar y asistir a niños y jóvenes abandonados. Al estallar la Primera I Guerra Mundial se preguntó: "¿Qué puedo hacer frente a esta barbarie que arrasa con la salud, la vida y la civilización?", la respuesta fue ofrecerse como capellán de los militares. Durante cuatro años de entrega arriesgó la vida. Fue esperanza para los soldados y salvación para los moribundos. Los testigos de su trabajo reconocieron su estoicismo y le hicieron digno de la Legión de Honor y la Cruz de Guerra. En 1923, después de la contienda se ocupó de la dirección de la Casa de Huérfanos Aprendices de Auteil, con 175 alumnos Trece años después, antes de su muerte, la población estudiantil aumentó a 1400. Confió el mantenimiento de la obra a la Providencia divina y a la intercesión de santa Teresa del Niño Jesús, y nunca faltó lo necesario en la institución. El padre Brottier destacó por ser hombre de oración y humildad, con dotes de creatividad, iniciativa y capacidad administrativa. Propició la construcción de la Catedral de Dakar (Senegal) y participó en la integración de la Unión Nacional de Excombatientes, obra de beneficio social Durmió en la paz del Señor, en París, y los milagros se suscitaron Juan Pablo II lo beatificó en 1984.

-Beato Timoteo Tronajowski, mártir polaco († 1942) El Beato Estanislao Antonio Trojanowski nació el día veintinueve de julio del año de mil novecientos ocho en Sadlowo (Mazowieckie, Polonia) ingresó al Monasterio de Franciscanos Conventuales donde se hizo religioso y adoptó el nombre de Timoteo, hizo sus votos perpetuos, finalmente murió martirizado el día veintiocho de febrero del año de mil novecientos cuarenta y dos en Oswiecim (a.k.a Auschwitz), Malopolskie (Polonia) a la edad de treinta y tres años, su proceso de beatificación fue iniciado el día diez de marzo del año de mil novecientos noventa y dos o el día veintinueve de abril del año de mil novecientos noventa y cuatro, la Congregación para las Causas de los santos (CCS) le dio como número de protocolo el mil novecientos sesenta y seis, su Santidad el Papa Juan Pablo II aprobó su martirio y lo declaró digno de veneración -"Venerable"- el día veintiséis de marzo del año de mil novecientos noventa y nueve, finalmente, lo beatificó el día trece de junio del año del mismo año de mil novecientos noventa y nueve en Varsovia (Polonia) junto con otros ciento siete mártires de la Persecución Europea por milicianos nazistas, si se obtiene un favor o gracia especial atribuida por la intercesión del Beato Timoteo Trojanowski o de los ciento ocho mártires europeos, por favor hacer comunicar a su causa de beatificación: Postulacja Generalna Procesu Meczenników Kosciola w Polsce, ul. Karnkowskiego 3, 87-800 Wloclawek, Polonia.

-Venerable Carlos Gnocchi, sacerdote italiano († 1956), nació el día 25 de octubre del año de 1902 en San Colombano al lambro (Milán, Italia) fue sacerdote de la arquidiócesis de Milán, finalmente, descanso en paz en los brazos del Señor el día veintiocho de febrero del año de mil novecientos cincuenta y seis en la ciudad de Milán (Italia) a la edad de cincuenta y tres años, su proceso de beatificación fue iniciado el día cinco de enero del año de mil novecientos ochenta y siete, la Congregación para las Causas de los Santos (CCS) le dio como número de protocolo el mil quinientos cuarenta y dos, su Santidad el Pontífice Juan Pablo II aprobó la heroicidad de sus virtudes y lo declaró digno de veneración -"Venerable"- el día veinte de diciembre del año de dos mil dos, si se obtiene un favor o gracia especial atribuida por la intercesión del Venerable Siervo de Dios Carlos Gnocchi, por favor hacer comunicar a su Causa de beatificación: Fondazione Pro Juventute, P.zzale R. Morandi, 6, 20121 Milano, Italia.

-Traslación de las reliquias de San Agustín, desde Cerdeña a Pavía, 722. «
El amor es el alma de la Iglesia»
Benedicto XVI esperaba esta peregrinación desde que fue elegido obispo de Roma. Este fin de semana, visitó la tumba de su maestro de teología y de vida, san Agustín, y desde la ciudad italiana de Pavía relanzó el mensaje central de su pontificado: "Dios es amor". Benedicto XVI, ante la tumba de san Agustín, en Pavía. El Papa relanzó su propuesta en la basílica de San Pedro en el Cielo de Oro, de Pavía, donde se encuentran las reliquias del santo, ante numerosos religiosos y religiosas agustinos, consagrados de otras familias religiosas, sacerdotes y seminaristas. El obispo de la diócesis y el Prior General de la Orden de San Agustín habían invitado al Papa a visitar Pavía poco después de haber sido elegido. Él aceptó inmediatamente, pero ha tenido que esperar hasta ahora para poder realizar este deseo. Durante su visita, el Papa puso la primera piedra del futuro centro cultural agustiniano, dedicado precisamente a Benedicto XVI, que busca promover el pensamiento y la cultura cristianos, en particular, la herencia espiritual de san Agustín, considerado como uno de los filósofos y teólogos más grandes de todos los tiempos. El Papa reconoció que quiso «venir a venerar los restos mortales de san Agustín, modelo de diálogo entre razón y fe, para expresar tanto el homenaje de toda la Iglesia a uno de sus padres más grandes, como mi personal devoción y reconocimiento por quien ha tenido tanta importancia en mi vida de teólogo y de pastor, pero diría, aún antes, de hombre y de sacerdote». Éste es «el mensaje que san Agustín sigue repitiendo a toda la Iglesia», aseguró: «El amor es el alma de la vida de la Iglesia y de su acción pastoral. Sólo quien vive la experiencia personal del amor del Señor es capaz de ejercer la tarea de guiar y de acompañar a los demás por el camino del seguimiento de Cristo». Y añadió: «Os repito esta verdad como obispo de Roma, mientras, con una alegría siempre renovada, la acojo junto a vosotros como cristiano». Para el Papa, «servir a Cristo es, ante todo, una cuestión de amor. La Iglesia no es una mera organización de encuentros colectivos ni, por el contrario, la suma de individuos que viven una religiosidad privada. La Iglesia es una comunidad de personas que creen en el Dios de Jesucristo y se comprometen a vivir en el mundo el mandamiento de la caridad que Él les dejó», indicó. «Es, por tanto, una comunidad en la que se educa en el amor, y esta educación no tiene lugar a pesar, sino a través, de los acontecimientos de la vida». Benedicto XVI concluyó lanzando un llamamiento a vivir la vida cristiana, que «tiene en la caridad el vínculo de perfección y que debe traducirse en un estilo de vida moral inspirado en el Evangelio, inevitablemente contra la corriente de los criterios del mundo, pero que siempre hay que testimoniar con un estilo humilde, respetuoso y cordial».
La tercera visita pastoral de Benedicto XVI a Italia había comenzado el sábado con una gran misa al aire libre en la cercana ciudad de Vigevano. En Pavía, visitó un hospital, se encontró con los estudiantes de su prestigiosa universidad y celebró una multitudinaria misa en la que propuso el modelo de conversión de san Agustín al hombre contemporáneo.

-Una multitud de santos sacerdotes, diáconos y fieles, que durante la peste terrible que afligió al Imperio romano en tiempo del Emperador Valeriano, se expusieron a morir asistiendo a los apestados, Alejandría, 258. El Martirologio Romano honra hoy como mártires a una multitud de sacerdotes, diáconos y fieles, que durante la peste terrible que azotó al imperio romano en tiempos del emperador Valeriano (años 249 al 263), expusieron sus vidas para asistir a los enfermos, reconfortar a los moribundos y enterrar a los muertos. San Dionisio de Alejandría refiriéndose a estos cristianos escribió: "La muerte nos ha arrebatado a los mejores de nuestros hermanos; su heroica muerte, motivada por la fe y la caridad, apenas es inferior a la de los mártires".

-San Alercio, mártir, Hierápolis, Frigia, s. II, en Hierápolis de Frigia, testimonia con su sangre a Cristo en el siglo II; al igual que lo hará en el siglo V, en Alejandría, el patriarca San Proterio, martirizado, por la pureza de la fe, frente a la herejía eutiquiana.

-Santos Macario, Rufino. Justo y Teófilo, Roma.

-Santos Cereal, Púpulo, Cayo y Serapión, Alejandría.

-San Guillermo Firmato, peregrino y penitente, a quien los sarracenos hicieron sufrir toda suerte de vejaciones en Palestina, 1103.

-San Oswaldo u Osvaldo, monje de San Benito, sobre el Loira, obispo de Worcester y arzobispo de York, 922. Primero fue canónigo, luego monje de San Benito, sobre el Loira. Durante este tiempo implantó la regla de San Benito en numerosos monasterios que seguían otra regla. Posteriormente fue consagrado obispo de Worcester, y finalmente arzobispo de York, Inglaterra. Sobresalió en la virtud de la generosidad, de ánimo afable y siempre alegre. Fue un sabio maestro de sus fieles discípulos. Murió el año 992.
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