La diócesis de Búfalo, Nueva York, ha adoptado normas que obligan a los sacerdotes y empleados diocesanos a consultar a los funcionarios diocesanos antes de hablar con los llamados reporteros.
La nueva política establece que los funcionarios diocesanos de comunicación "atenderán la solicitud directamente o trabajarán con el empleado para dar una respuesta a la consulta".
Joe Martone, director de comunicaciones de la diócesis, señala: "Lo que realmente intentamos no es sofocar la comunicación de la diócesis, sino coordinarla".
Es comprensible, ya que muchos sacerdotes son ingenuos y no se dan cuenta de que a los activistas de los medios de comunicación no les interesa la verdad. En su lugar, sólo hablan con la gente para promover su propia agenda y narrativa.
Traducción IA