Santidad vs Elitismo

Lamentablemente en nuestra Iglesia Católica hay muchas divisiones, incongruencias, diferencias de opinión e ignorancias entre los fieles.

Hay muchas incongruencias de la vida cristiana, incongruencias como fieles que fuman antes de orar o sacerdotes y laicos que también fuman o usan de vez en cuando, albures, groserías o palabras altisonantes para que se entienda alguna idea, o para hacer ameno el momento; también es lamentable ver como hay fieles que están involucrados en corrientes de la Nueva Era anticristiana como el yoga, el taichi, el chikung, la metafísica, la astrología, la ley de atracción, la numerología, etc, etc, y a la vez van a misa y comulgan.

Es terrible ver como en las grandes librerías católicas venden libros de Nueva Era (Que terrible es esto!).

Hay también instituciones bíblicas católicas que ignoran, no enseñan o no van de acuerdo con las revelaciones y mensajes de la Virgen María en sus diferentes advocaciones; tampoco se enseña y a consecuencia de esto muchos siguen ignorando la inmensa cascada de los miles y miles de impactantes mensajes y revelaciones de los miles de santos, beatos, videntes, doctores y místicos de La Iglesia como María Valtorta, Josefa Menéndez, Ida Peerdman, Maria Sima, Luisa Picarreta, Antonia de Astonac, Sor Faustina Kowalska, Santa Conchita Cabrera de Armida, Santa Margarita de Alacoque, Santa Gertrudis de Helfta, San Felipe Neri, Cura de Ars, Santa Catalina de Siena, Santa María Magdalena de Pazzi, etc, etc, etc, etc...

Tampoco se enseña el combate espiritual, el exorcismo, no se enseña o se enseña escasamente la vida de los santos, muy poco tocan o no tocan siquiera el tema del purgatorio o del infierno o del demonio, muchos de esos temas no los tocan ya sea por temor o por ignorancia o por pensar que es mero fundamentalismo.

El hablar del purgatorio, del combate espiritual, del infierno, del demonio y sus legiones se ha vuelto algo vetado, prohibido e intocable, siendo que todo esto es parte de nuestra fe cristiana. Hablar de exorcismo o de misas de sanación son temas muy delicados de tratar. Hablar de todo esto escandaliza y retumba en la mente de cualquier católico promedio.

No se enseñan las miles de riquezas y promesas católicas que existen, cómo por ejemplo porqué la Virgen pisa a la serpiente, las diferentes armas católicas con que contamos los católicos para hacer combate espiritual, esto independientemente de llevar una necesaria vida de santidad y una vida sacramentada, armas como la comunión de los santos que es una gran arma según lo escribe la santa Conchita Cabrera de Armida en su libro "A Mis Sacerdotes".

Armas como el rezo frecuente del Santo Rosario. No se enseñan los diversos Rosarios, las Coronillas y sus respectivas promesas de los cientos de videntes que los vieron y legaron y que están plenamente autorizados por nuestra amada iglesia como el Rosario de la Sangre de Cristo, la Coronilla de San Miguel Arcángel, la Coronilla de la Divina Misericordia, el Rosario del Espíritu Santo, el Rosario de Liberación, el Rosario de la llama de amor, etc, etc.., tampoco se enseñan por ejemplo las grandes riquezas como los diferentes escapularios, las miles de novenas que existen y que están autorizadas, las diferentes medallas como la de San Benito, la Medalla Milagrosa, etc, etc.

Es increíble que toda esta vasta, impresionante y colosal riqueza católica no se enseñe, ni sea difundida y que muchos católicos aún sigan ignorando todos estos tesoros. Lamentablemente muchos de estos maravillosos tesoros se han ido haciendo a un lado, provocando que el bello matiz de la profunda vida espiritual católica-cristiana se esté perdiendo.

En la actualidad ya muchas iglesias se han secado y no se respira un ambiente de profundidad católica espiritual dentro de ellas, ya no se respira la santidad de sus fieles, se respira más bien un ambiente modernista de elitismo en vez de un ambiente espiritual, y ésto no es tanto por el recinto, sino más bien por la falta de santidad en las personas.

Al ignorar muchas de éstas riquezas esto hace que la gente caiga más en lo mundano y ya no busque la santidad.

Los fieles católicos de tradición son aquellos que van a misa por simple compromiso moral como una boda, un bautizo, miércoles de ceniza, a una misa por la muerte de un ser querido, una comunión, la navidad, el año nuevo, etc. Solo asisten por simple compromiso moral o para que les vaya bien el resto del año. Muchos de los que se conocen ser católicos simplemente van por cumplir con sus amistades, por ejemplo a la misa de una boda, pero en realidad dentro de su ser no buscan a Dios, no les interesa santificarse ni cristificarse, son pocos los fieles devotos que están conscientes de su santificación y cristificación diaria.

Actualmente la falta de santidad por parte de los fieles, laicos y religiosos se está impregnando en muchas iglesias donde se respira un aire de elitismo, burocracia, vanidad y perfeccionismo religioso, en vez de un aire de amor fraterno, cristificación, santificación y vida espiritual cristiana.

Muchos católicos servidores de la Iglesia compiten por una posición de reconocimiento, admiración, autoridad y liderazgo dentro de su comunidad católica, y así surgen varios detalles como:

quien es el mejor lector.
quien entona mejor el salmo.
quien canta mejor dentro de la Iglesia.
quien ministró mejor, quien monitoreó mejor la misa.
quién dió el mejor servicio en la Iglesia,
quien se viste mejor, quién dió la mejor clase, etc.

Hay mucho perfeccionismo e intolerancia ante el menor error cometido. Hay un temor por ser inferior, por hacer el ridículo.

También hay mucho deseo por halagar y adular al parroco y a los sacerdotes de la Iglesia en vez de buscar halagar a Dios.

Hay muchas máscaras de santidad.

Lo que en realidad buscan muchos de éstos católicos elitistas en su propio prestigio y beneficio, buscan admiración, autoridad y respeto por parte de la comunidad y dejan en segundo plano el crecimiento espiritual santificación-cristificación diaria de su alma.

De aquí que se creen muchos núcleos de elitistas que buscan regir en algún servicio de la Iglesia. Hay una lucha de egos y liderazgo involucrada en todo esto, nadie quiere perder su posición o autoridad dentro de la Iglesia, nadie quiere perder su hueso, nadie quiere perder su fama, poder y respeto dentro de la comunidad.

Es urgentemente necesario que todas las almas se vuelvan ya a la santidad y dejen en sus propios núcleos de elites, con falsa piedad, dejen de vivir en los intereses del mundo, en los intereses de la carne.

Es necesario que haya una verdadera conversión de sus almas, es necesario la cristificación y santificación constante de sus almas.

Es Dios quien nos pide alcancemos perfecta santidad. Porque los que viven en la carne no pueden agradar a Dios (Rom 8,8).

Basta ya de burocracias, elitismos y vanas luchas de poder dentro de la Iglesia. Seamos hijos de la luz no de las tinieblas (Ef 5,8). Cuánta luz irradia tu ser?

Muy pocos están conscientes de todo esto y los pocos que estamos conscientes tratamos de abrir los ojos a nuestros hermanos en la Fé, para que despierte nuestra Iglesia y se deje de egos y de élites y se enseñe ya la busqueda y edificación hacia la santidad (santificación, cristificación) como en tiempos antaños donde la Iglesia tenía ese fervor y devoción espiritual de lucha por la santidad. Edifiquemos en santidad a nuestra Iglesia. No dejemos que el demonio siga influenciando el ego de muchos.

Si un humano está consciente de toda esta falta de santidad en las almas, cuanto más lo sabrá Dios. Dios ve todas estas cosas, a Dios nada se le escapa:

"Porque Yahvé sondea todos los corazones y penetra los pensamientos en todas sus formas (1a Crónicas 28,9)."

Tan grave es este problema de la falta de santidad que la Virgen María le mostró en una visión al Padre Gobbi, que la Iglesia Católica espiritualmente es como un leproso llena de llagas Hediondas. ...

No se está enseñando a los fieles una verdadera devoción espiritual, no se les enseña a combatir espiritualmente, no se les enseña a tener sed de Dios ni a edificarse en santidad, la santificación y la cristificación, ni siquiera se enseña a rezar el rosario como norma de catequesis.

Muchos fieles se dan la paz en misa a regañadientes, pues a veces no les agrada el hermano o hermana que tienen a su lado, muchos no se arrodillan durante el momento de la consagración, otros estan cruzados de brazos o distraídos o criticandose unos a otros, esperando a que termine el evento religioso; Es horrible ver esta falta de devoción y santidad y no es en sí culpa de los fieles que buscan cumplir la tradición de sus familias, sino es culpa de la falta de enseñanza hacia la busqueda de la perfecta santidad.

Porque sin santidad las almas están callendo en pecado y se están perdiendo. Es un llamado Urgente! Dice la Sagrada Escritura: "Sean perfectos como su Padre Celestial es perfecto" (Sn Mt 5, 43-48). Dios quiere que seamos perfectos, pero esta perfección debe ser espiritual, es un llamado a buscar la perfección en la santidad no en las cosas terrenas.

Basta ya! de la burocracia y el elitismo dentro de la Iglesia.
Basta ya de las Máscaras! Basta ya de la falta de Santidad en todos los católicos!
Basta ya de ésta lepra que está causando llagas hediondas en Nuestra Iglesia.

Hermanos despertemos ya! Es un llamado Urgente! Vivamos ya en santidad, busquemos santificarnos y cristificarnos día con día, de parecernos más a Cristo, de perdonar al hermano o hermana, de edificarnos mutuamente, pues somos el cuerpo de Cristo, y la falta de santidad, la falta de perdón, la falta de un verdadero amor entre hermanos está lastimándo a Dios.

Dejémos que Dios nos purifique, nos transforme, pidámosle con humildad nuestro deseo de elevarnos hacia El, de edificarnos, cristificarnos y santificarnos día con día, de estar siempre sentados junto con su Hijo Jesucristo Nuestro Señor en los lugares celestiales para cumplir siempre su santa voluntad aquí en la tierra y en el cielo. Amén...