No es Fundamentalismo es Fe

No es Fundamentalismo, es Fé.

El Milagro de Fátima explica la infalible veracidad literal de los sorprendentes milagros sobrenaturales de Dios en el A.T.

El creer literalmente en los milagros que rebasan las leyes de la física que Dios realizó en el AT, no es fundamentalismo ni sobreexageración literaria, tampoco fueron fantasías épicas, sino fueron hechos reales que demostraron la maravillosa omnipotencia de Dios a un pueblo incrédulo, a un pueblo de poca fe.

Los milagros sobrenaturales de Dios realizados en el A.T. sí fueron una increíble realidad, no una sobreexageración literaria.
Milagros como:
Dividir los idiomas en la torre de Babel (Gn 11, 9).
Convertir a la mujer de Lot en Estatua de Sal (Gn 19,26).
Convertir el cayado de Moisés en serpiente (Ex 4, 3)
Dividir el mar rojo en dos (Ex 14,22).
Convertir el Río en sangre (Ex 7,20)
Abrir las aguas del Río Jordan (Jos 3,16)
Derribar los muros de Jericó (Jos 6)
Hacer hablar a una burra (Nm 22,28)
Detener el sol y la luna (Jos 10,13)
Resucitar a un muerto después de que el muerto tocó al profeta Eliseo (2ª Reyes 13,21).
Etc, etc, etc…
Tan solo la resurrección de Jesucristo fue algo increíble.

Los prodigios sobrenaturales del antiguo testamento son prueba fidedigna del inmenso poder de Dios, no son epopeyas, ni fábulas, ni géneros literarios ostentosos de los escritores sagrados que sobreexageraron las proezas de Dios. Si creemos esto entonces pensaríamos también que toda la misión, obra, pasión, muerte y resurrección de Jesús fue una simple poesía heroica o epopeya.
O Pensaríamos que también los 4 seres vivientes con apariencia y figuras fantásticas e incocebibles para el ser humano que vió Ezequiel en su visión, también son una exageración literaria, o igual pensaríamos del arrebatamiento de pablo y de Juan al tercer cielo y por ende también que la resurrección y el apocalipsis son epopeyas mitológicas muy fantasiosas. Si creemos que la sagrada escritura no lleva una coherencia en sus hechos, prodigios, profecías, señales y milagros entonces estamos dudando de que Dios no fue capaz de demostrar su magnificiencia al alterar las leyes moleculares de la física de forma sobrenatural.

Si no creemos tal y como fueron estos prodigios sobrenaturales de Dios, no como una sobreexageración literaria de los escritores sagrados sino como hechos que realmente sucedieron y como una prueba del omnipotente poder de Dios, entonces estamos cayendo en el error que cometieron los judíos que no creyeron que Jesucristo fuera el hijo de Dios encarnado, o como Tomás que no creyó en su resurrección .
Jesús dice a Tomás: "Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente."
Tomás le contestó: "Señor mío y Dios mío."
Dijo Jesús: "Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído." (Jn 20, 27-29).
El creer en este poder sobrenatural de Dios no es fundamentalismo, es Fé.
Es necesario creer en el poder sobrenatural de Dios, manifestado en los milagros sobrenaturales del AT.
Si creemos que es fundamentalismo o sobreexageración literaria por parte de los escritores sagrados, entonces estamos debilitando nuestra Fé.
No podemos pensar que aquella persona que crea en la magnitud de los prodigios sobrenaturales realizados por Dios en el AT, está cayendo en "fundamentalismo".

Jesucristo mismo dijo: "No piensen que he venido a abolir la ley o los profetas, he venido a cumplirla".

Jesús mismo dió testimonio de que todo lo contenido, incluyendo los impactantes prodigios sobrenaturales de Dios en el AT fueron hechos reales, Jesús nunca pensó que fueran epopeyas o fantasías épicas.

La Farsa científica

No podemos creer las farsas científicas como por ejemplo que los muros de Jericó cayeron por las altas vibraciones sónicas ejercidas de la tierra por los gritos y sonidos del pueblo de Israel; así como tampoco podemos creer que la división del mar rojo o las plagas biblicas como la conversión del río en sangre o la invasión de las ranas, mosquitos y langostas, la nube de oscuridad y demás plagas que azotaron a los egipcios fueron debidas a titánicas erupciones volcánicas que se extendieron por miles de kilometros y que dieron origen a esta serie de eventos físicos sobrenaturales. Todo esto es el engaño de la ciencia atea, que incluso nos ha hecho creer que la edad de la tierra es de millones de años de evolución cuando tan solo tiene 6mil años de edad según estudiosos científicos creacionistas cristianos. Todo este tipo de explicaciones científicas que pasan en documentales televisivos están invadiendo la mente de los católicos, para debilitar toda fe crisitiana y creer que toda proeza sobrenatural de Dios tuvo una explicación perfectamente científica y no divina y sobrenatural. Es como querer explicar científicamente la resurrección de Jesús. Despertemos ya ante este engaño del enemigo que quiere cegar nuestra comprensión y derribar nuestra fe, para que no crezcamos en fe y no nos resplandezca la luz del evangelio. La ciencia no puede explicar ni siquiera el porque morimos y lo que pasa después de esta existencia, ya de por sí esto es un misterio sobrenatural. Por esto no hay que creer a ojos cerrados las explicaciones científicas que explican convincentemente los hechos bíblicos sobrenaturales con gran audacia. Detengamos esta falacia científica.

La ciencia misma en un estudio de la NASA tuvo que explicar porqué faltaba un día en el Universo con las contudentes evidencias bíblicas que un científico cristiano les proporcionó con respecto a Josué 3,10 en donde el sol se detuvo y la luna se paró, dándo crédito así la verdad de la Biblia.

Ver este impactante video: www.youtube.com/watch

Cientos de años antes de que Galileo Galilei dijera que la tierra era redonda, ya Isaías lo había profetizado en Isaías 40,22.

Entonces surgen las siguientes preguntas?

1) Seguirás creyendo que las proezas sobrenaturales de Dios que rebasan las leyes físicas son simple sobreexageración épica literaria? o

2) Por fin entenderás que fueron sucesos reales que demostraron el enorme poder de Dios y que alteraron las leyes de la física?

3) Entonces es sobreexageración fundamentalista épica mitológica o en verdad fue el magno poder de Dios?

Por eso no debemos creer que muchos de los acontecimientos del AT están escritos en géneros épicos literarios, porque eso debilita la Fé y no nos prepara para recibir los milagros sobrenaturales que Dios puede hacer en nosotros, pues es por Fé que podemos recibirlos.

Jesús dijo a la mujer que tocó su manto:
Él le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad."(Sn. Mr. 5,34).

No por creer lo que dice Sn Marcos 6,18: "agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno mortífero no les hará daño", no por esto creeremos que si agarramos una serpiente, le extraemos su veneno y lo tomamos no moriremos; Obviamente nadie lo haría pues moriría al instante, pues la ciencia desacredita este grado de Fé y quiere dar una explicación científica de las cosas de Dios y éstas sólo pueden ser comprendidas por el Espíritu no por la mente humana. Pero si Dios quiere puede convertir un veneno mortal en simple agua.

Porque escrito está:

El hombre naturalmente no acepta las cosas del Espíritu de Dios; son locura para él. Y no las puede entender, pues sólo espiritualmente pueden ser juzgadas (1a Cor 2,14). Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu (Rm 5,8).

Es por estas razones de la palabra de Dios que no podemos creer las explicaciones que la ciencia da a los hechos y milagros bíblicos, porque sólo el Espíritu puede entender las profundidades de Dios (1a Cor 2,10).

Creer las verdades bíblicas

Tenemos que creer a ciegas, tal y como están escritas las cosas, no podemos poner en tela de juicio el poder sobrenatural de Dios, puesto que si lo hacemos estamos cayendo en el error de creer de que Dios nunca pudo haber mostrado su omnipotencia celestial haciendo tan sorprendentes milagros. Estamos cayendo en el error de Tomás.
Jesús hizo varios milagros que retan el entendimiento humano: resucitó a los muertos, dio vista a los ciegos, convirtió el agua en vino, curó a un paralítico, expulsó demonios, camino sobre las aguas, subió a los cielos, etc…
Por esta razón no podemos poner en tela de Juicio los Sorprendentes y Sobrenaturales milagros y prodigios que Dios demostró a su pueblo incrédulo en el AT.
Para Nuestro Dios Yahveh no hay imposibles, tan solo nuestro propio cuerpo es prueba del gran poder de Dios.
Y como creemos al proclamar nuestro Credo: Jesús vendrá de nuevo con Gloria para Juzgar a vivos y muertos.

Creemos en la segunda venida de Cristo, una creencia que rebasa todo entendimiento humano y que será una asombrosa realidad ante los ojos de muchos (Ap.19, 17-21).

La Biblia es no es un accidente recopilado por el hombre, Dios planeó todo desde el principio, el planeó lo que se escribiría en la biblia, que libros se incluirían, las manos de los que la escribirían, nada fue coincidencia; todo esto no fue para que creyéramos que los prodigios sobrenaturales que realizó increíblemente sorprendentes para nuestro entendimiento humano son simple sobreexageración literaria y fundamentalista de parte de los escritores sagrados; Dios guió la pluma de los escritores sagrados para demostrarnos la magnitud de su gran omnipotencia.

Gracias Padre Eterno porque eres Todo Poderoso.

Los milagros sobrenaturales de Dios no son algo increíble y no deberían ser algo increíble ya que el mismo Juan Pablo II dio crédito a los sucesos ocurridos en Fátima beatificando a los niños videntes, dando crédito a las apariciones de la Virgen María, a sus impactantes revelaciones, profecías, secretos y el milagro del sol presenciado por más de 70mil personas como prueba de que la Virgen María era enviada por el Dios altísimo en el último día de su aparición a los niños.
Este milagro es algo inconcebible para la mente humana e inconcebible para la ciencia y demuestra como el milagró que Dios realizó en el AT de detener el sol y la luna fueron una realidad (Jos 10,13) y no una sobreexageración literaria sagrada.

El Milagro del Sol

Milagro donde ocurrieron fenómenos supernaturales que rebasan las leyes de la física, como que el sol cambiara de colores, que se moviera de lado a lado con una rapidez vertiginosa y como si se fuera a caer sobre las personas presentes, como que lloviera y se secara al instante, como mirar al sol directamente y no ser cegados, un fenómeno sobrenatural presenciado por más de 70mil personas incluyendo incrédulos y devotos. Inexplicable para muchos ateos e incrédulos pero perfectamente comprensible para los devotos que creemos en el inmenso poder de Dios. Después de esto muchos incrédulos se convirtieron a la Fé católica.

Algunos datos históricos al respecto.

El 13 de mayo, de 1982, El Santo Padre Juan Pablo II viaja a Fátima como peregrino para agradecer el haber salido bien del brutal atentado sufrido exactamente un año antes en la plaza de San Pedro y de rodillas consagra la Iglesia, los hombres y los pueblos, al Inmaculado Corazón de María, haciendo veladamente mención de Rusia.13 de mayo, del 2000
El Santo Padre Juan Pablo II, en su tercera visita a Fátima y ante mas de 1 millón de peregrinos (entre ellos nosotros), beatifica a Francisco y Jacinta y revela la tercera parte del "secreto de Fátima". Un momento histórico de gran trascendencia. El Papa confirma una vez más la importancia de los mensajes y de la santidad heroica de los niños videntes. Los presenta como importantísimo ejemplo oración, amor y penitencia. Reconoce la trascendencia los mensajes que la Virgen les comunicó.

Testimonio de un testigo ocular Dr José María Almeida Garrett, Dr profesor de la Facultad de Ciencias de Coimbra, Portugal

"Debió haber sido la 1:30 p.m. cuando se elevó, exactamente en el lugar en el que se encontraban los niños, una nube de humo, delgada, fina y azulada, que se extendía unos dos metros por encima de sus cabezas, donde se evaporaba. Este fenómeno, perfectamente visible a simple vista, duró unos pocos segundos. Debido a que no me di cuenta de cuánto tiempo duró este fenómeno, no sé si fue más o menos un minuto. El humo se disipó abruptamente y, después de un tiempo, volvió a aparecer, y luego una tercera vez.
"El cielo, que había estado nublado todo el día, súbitamente se aclaró; la lluvia paró y parecía como si el sol estuviera a punto de llenar de luz el campo que la mañana invernal había vuelto tan lóbrego. Yo miraba el lugar de las apariciones en un estado sereno, aunque frío, en espera de que algo pasara, y mi curiosidad disminuía, pues ya había transcurrido bastante tiempo sin que pasara nada que llamara mi atención. Unos momentos antes, el sol se había abierto paso entre una capa gruesa de nubes que lo escondían y brillaba entonces clara e intensamente.
"De repente escuché el clamor de miles de voces, y ví a la multitud desparramarse en aquel vasto espacio a mis pies ... darle la espalda a aquel lugar, que hasta ese momento había sido el foco de sus expectativas, y mirar hacia el sol en la otra dirección. Yo también di la vuelta hacia el punto que atraía su atención y pude ver el sol, como un disco transparente, con su agudo margen, que brillaba sin lastimar la vista. No se podía confundir con el sol que se ve a través de una neblina (en ese momento no había neblina), pues no estaba velado ni opaco. En Fátima, el sol conservó su luz y calor, y se destacó claramente en el cielo, con un margen agudo, parecía una mesa de juego. Lo más sorprendente era que se podía mirar directamente al disco solar, sin que los ojos se lastimaran o se dañara la retina. [Durante ese tiempo], el disco del sol no permaneció inmóvil, se mantuvo en un movimiento vertiginoso, [pero] no como el titilar de una estrella con todo su brillo, pues el disco giraba alrededor de sí mismo en un furioso remolino.
"Durante el fenómeno solar, el cual acabo de describir, ocurrieron también cambios de color en la atmósfera. Al mirar al sol, noté que todo se estaba oscureciendo. Primero miré los objetos más cercanos y después extendí mi vista hacia el horizonte. Ví que todo había adquirido un color amatista. Los objetos a mi alrededor, el cielo y la atmósfera, eran del mismo color. Todo había cambiado, tanto lo cercano como lo lejano, adquiriendo el color amarillento del damasco viejo. Parecía como si la gente padeciera de ictericia y recuerdo haber tenido una sensación de diversión al ver lo fea y nada atractiva que se veía la gente. Mi propia mano era del mismo color.
"Entonces, súbitamente, escuché un clamor, un grito de angustia de la gente. Fue como si el sol, en su girar enloquecido, se hubiera desprendido del firmamento y, rojo como la sangre, avanzara amenazadoramente sobre la tierra como si fuera a aplastarnos con su peso enorme y ardiente. La sensación durante esos momentos fue terrible.
"Todos los fenómenos que he descrito yo los observé en un estado mental de calma y serenidad sin trastorno emocional. A otros les toca interpretarlos y explicarlos. Por último, debo declarar que nunca, ni antes ni después del 13 de octubre [1917], he observado ningún fenómeno, atmosférico o solar, similar."