Estar al lado. ESTAR AL LADO ¿También ahora que -quizás- llegue el verano tenemos que seguir «atormentando» nuestra conciencia con la multitud de miserias que afligen a los pobres y desvalidos, a los …Más
Estar al lado.
ESTAR AL LADO
¿También ahora que -quizás- llegue el verano tenemos que seguir «atormentando» nuestra conciencia con la multitud de miserias que afligen a los pobres y desvalidos, a los despojados de casi todo, a los «desheredados» del banquete de la vida?
Pues sí, porque ellos continúan ahí, cada vez más hundidos, más indefensos, más numerosos. Y nosotros… entre inermes e indiferentes, en la cómoda medianía del lamento estéril; tal vez de la sensibilización para que otros actúen.
La palabra –ya casi habitual–, fresca, ruda y vivaz, poética y acuciante, de F. Ulibarri nos invita a dar «un paso más». Y sin estropear el verano, sino perforando nubarrones que ocultan «historias» para sí contar, escuchar y ayudar a reescribir.
COMISION DE VIDA CONSAGRADA
ESTAR AL LADO
¿También ahora que -quizás- llegue el verano tenemos que seguir «atormentando» nuestra conciencia con la multitud de miserias que afligen a los pobres y desvalidos, a los despojados de casi todo, a los «desheredados» del banquete de la vida?
Pues sí, porque ellos continúan ahí, cada vez más hundidos, más indefensos, más numerosos. Y nosotros… entre inermes e indiferentes, en la cómoda medianía del lamento estéril; tal vez de la sensibilización para que otros actúen.
La palabra –ya casi habitual–, fresca, ruda y vivaz, poética y acuciante, de F. Ulibarri nos invita a dar «un paso más». Y sin estropear el verano, sino perforando nubarrones que ocultan «historias» para sí contar, escuchar y ayudar a reescribir.
COMISION DE VIDA CONSAGRADA
Marcelino Champagnat
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Porque dando es como recibimos,
Perdonando es como somos perdonados,
Y muriendo en Ti es como nacemos a la vida eterna
Más
Porque dando es como recibimos,
Perdonando es como somos perdonados,
Y muriendo en Ti es como nacemos a la vida eterna
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que donde haya odio, yo siembre amor;
Donde haya ofensa, yo ponga perdón;
Donde haya duda, yo ponga fe;
Donde haya error, yo ponga tu verdad;
Donde haya discordia; yo ponga unión;
Donde haya desesperación, yo ponga esperanza;
Donde haya tinieblas, yo ponga Luz;
Donde haya tristeza, yo ponga alegría.
Oh Divino Maestro, concédeme la gracia de no buscar tanto …Más
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que donde haya odio, yo siembre amor;
Donde haya ofensa, yo ponga perdón;
Donde haya duda, yo ponga fe;
Donde haya error, yo ponga tu verdad;
Donde haya discordia; yo ponga unión;
Donde haya desesperación, yo ponga esperanza;
Donde haya tinieblas, yo ponga Luz;
Donde haya tristeza, yo ponga alegría.
Oh Divino Maestro, concédeme la gracia de no buscar tanto
Ser comprendido como comprender;
Ser consolado, como consolar;
Ser amado, como amar:
Porque dando es como recibimos,
Perdonando es como somos perdonados,
Y muriendo en Ti es como nacemos a la vida eterna
San Francisco de Asís
Cuando tenga hambre, dame a alguien a quien pueda alimentar.
Y cuando tenga sed, dame a alguien que necesita de beber.
Cuando tenga frío, dame a alguien para mantenerlo abrigado.
Y cuando tenga pena, dame a alguien para consolar. Madre Teresa de Calcuta
Que donde haya odio, yo siembre amor;
Donde haya ofensa, yo ponga perdón;
Donde haya duda, yo ponga fe;
Donde haya error, yo ponga tu verdad;
Donde haya discordia; yo ponga unión;
Donde haya desesperación, yo ponga esperanza;
Donde haya tinieblas, yo ponga Luz;
Donde haya tristeza, yo ponga alegría.
Oh Divino Maestro, concédeme la gracia de no buscar tanto
Ser comprendido como comprender;
Ser consolado, como consolar;
Ser amado, como amar:
Porque dando es como recibimos,
Perdonando es como somos perdonados,
Y muriendo en Ti es como nacemos a la vida eterna
San Francisco de Asís
Cuando tenga hambre, dame a alguien a quien pueda alimentar.
Y cuando tenga sed, dame a alguien que necesita de beber.
Cuando tenga frío, dame a alguien para mantenerlo abrigado.
Y cuando tenga pena, dame a alguien para consolar. Madre Teresa de Calcuta
Byla jsem pověřena poděkovat karbaníkovi Moňkovi za reklamu:
CELĚ ZDE: PhLic. Kateřina Lachmanová ThD o 7 ročnej skúsenosti v sekte A.DOHNALAMás
Byla jsem pověřena poděkovat karbaníkovi Moňkovi za reklamu:
CELĚ ZDE: PhLic. Kateřina Lachmanová ThD o 7 ročnej skúsenosti v sekte A.DOHNALA
CELĚ ZDE: PhLic. Kateřina Lachmanová ThD o 7 ročnej skúsenosti v sekte A.DOHNALA
Maria Dudzikova
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Učme sa pomáhať biednym a opusteným
Alicja Snaczke
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Obrazy życia, które zawsze zmuszają do refleksji nad sobą, jak reagujemy na los biednych i porzuconych oraz samotnych ludzi.
Adriana Pereira
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
tnemaria49
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Nagyon megható ez a videó.Köszönöm.
Marcelino Champagnat
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Convertirse, pues, al reinado de Dios, es aceptar nuestra condición de hijos en el Hijo, es situarnos filialmente ante Dios, a quien podemos y debemos llamar Padre (Mt 5, 16-45; 6, 9; Gál 4, 4-5) y, al mismo tiempo, reconocer al otro, a los otros hombres, como prójimos y hermanos (Mt 23, 8-9).Más
Convertirse, pues, al reinado de Dios, es aceptar nuestra condición de hijos en el Hijo, es situarnos filialmente ante Dios, a quien podemos y debemos llamar Padre (Mt 5, 16-45; 6, 9; Gál 4, 4-5) y, al mismo tiempo, reconocer al otro, a los otros hombres, como prójimos y hermanos (Mt 23, 8-9).
Marcelino Champagnat
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Ante la llegada inminente del Reino, Jesús invita a la conversión, a aceptar que en Él, en su persona y en su obra, se ha hecho definitivamente cercano y próximo el reinado de Dios. Una conversión que requiere una respuesta, que no permite la neutralidad o la ambigüedad, sino que aboca a una toma de decisión clara y urgente, ante la situación creada por la cercanía definitiva del …Más
Ante la llegada inminente del Reino, Jesús invita a la conversión, a aceptar que en Él, en su persona y en su obra, se ha hecho definitivamente cercano y próximo el reinado de Dios. Una conversión que requiere una respuesta, que no permite la neutralidad o la ambigüedad, sino que aboca a una toma de decisión clara y urgente, ante la situación creada por la cercanía definitiva del reinado de Dios, que ya es irreversible.
6 más comentarios de Marcelino Champagnat
Marcelino Champagnat
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Jesús anuncia la buena noticia, la llegada inminente del reinado de Dios, su proximidad definitivamente cercana: "El plazo se ha cumplido, el reino de Dios está llegando, convertíos y creed en el evangelio" (Mc 1, 14s). Este anuncio del reino polariza toda la vida y actividad de Jesús.Más
Jesús anuncia la buena noticia, la llegada inminente del reinado de Dios, su proximidad definitivamente cercana: "El plazo se ha cumplido, el reino de Dios está llegando, convertíos y creed en el evangelio" (Mc 1, 14s). Este anuncio del reino polariza toda la vida y actividad de Jesús.
Marcelino Champagnat
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
En el Nuevo Testamento, Jesús se presenta como El Evangelizador, que proclama la buena noticia y trae el Reino. Así lo declara en la sinagoga de Nazaret, con las palabras del profeta: "El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y dar vista a los ciegos, a liberar a los …Más
En el Nuevo Testamento, Jesús se presenta como El Evangelizador, que proclama la buena noticia y trae el Reino. Así lo declara en la sinagoga de Nazaret, con las palabras del profeta: "El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor". Es el mismo Jesús quien, acabada la lectura y con los ojos de todos "clavados" en él, afirma "hoy se ha cumplido ante vosotros esta profecía" (Lc 4, 18-22).
Marcelino Champagnat
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
"Dios es amor y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él ", afirma con rotundidad la primera carta de San Juan (4, 16). Este es el punto central de la Revelación que Dios nos ha hecho en Jesucristo: "El amor se ha colocado en el centro mismo de la revelación". Dios nos ha creado por amor y a su imagen: también el hombre -por participación y don de Dios- es llamado a …Más
"Dios es amor y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él ", afirma con rotundidad la primera carta de San Juan (4, 16). Este es el punto central de la Revelación que Dios nos ha hecho en Jesucristo: "El amor se ha colocado en el centro mismo de la revelación". Dios nos ha creado por amor y a su imagen: también el hombre -por participación y don de Dios- es llamado a su amor.
Marcelino Champagnat
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Si el clamor de los hijos de Israel, llegó a los oídos de Yahvé, que vio la opresión impuesta sobre ellos por los egipcios (cf. Ex 3, 7-9), hoy tiene que llegar a los oídos de los creyentes el clamor no menos angustioso de los empobrecidos. Y hemos de reconocer que no siempre lo hemos hecho así.Más
Si el clamor de los hijos de Israel, llegó a los oídos de Yahvé, que vio la opresión impuesta sobre ellos por los egipcios (cf. Ex 3, 7-9), hoy tiene que llegar a los oídos de los creyentes el clamor no menos angustioso de los empobrecidos. Y hemos de reconocer que no siempre lo hemos hecho así.
Marcelino Champagnat
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
La tradición evangélica es unánime al destacar que el Señor era conducido por el Espíritu a liberar y evangelizar a los pobres (cf. Mt 4, 1; Mc 1, 12-13; Lc 4, 1-13). De la misma manera el Espíritu conduce a la Iglesia a optar preferencialmente por los pobres; como afirma Juan Pablo II, "recordando que Jesús vino a evangelizar a los pobres (Mt 11, 5; Lc 7, 22), ¿cómo no subrayar más …Más
La tradición evangélica es unánime al destacar que el Señor era conducido por el Espíritu a liberar y evangelizar a los pobres (cf. Mt 4, 1; Mc 1, 12-13; Lc 4, 1-13). De la misma manera el Espíritu conduce a la Iglesia a optar preferencialmente por los pobres; como afirma Juan Pablo II, "recordando que Jesús vino a evangelizar a los pobres (Mt 11, 5; Lc 7, 22), ¿cómo no subrayar más decididamente la opción preferencial de la Iglesia por los pobres y marginados?" (Carta apostólica Juan Pablo II Tertio Millenio Adveniente, 51). Y es que, en la medida en que la comunidad y cada uno de sus miembros acogen al Espíritu Santo, dejándose conducir por Él, se sienten impulsados a continuar la obra de Jesús (cf. IP 23-24): la evangelización liberadora de los pobres. La Iglesia puede y debe hacer suya, con toda verdad, la afirmación de Jesús en la sinagoga de Nazaret: también ella es conducida por el mismo Espíritu que movió a Jesús, para que libere y evangelice a los pobres (cf. LG 8). Aún más, este es el signo de que se deja conducir con docilidad por Él.
Marcelino Champagnat
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Dios se ha empobrecido en Jesús, que siendo rico se hizo pobre por nosotros (2 Cor 8, 9). La misma encarnación del Verbo es, de manera radical y esencial, el empobrecimiento de Dios. Jesús es el pobre por antonomasia, el existencialmente pobre, el vaciado (kenosis), el abandonado por Dios a la vida humana y el abandonado por sí mismo a la voluntad del Padre y a la voluntad de los hombres …Más
Dios se ha empobrecido en Jesús, que siendo rico se hizo pobre por nosotros (2 Cor 8, 9). La misma encarnación del Verbo es, de manera radical y esencial, el empobrecimiento de Dios. Jesús es el pobre por antonomasia, el existencialmente pobre, el vaciado (kenosis), el abandonado por Dios a la vida humana y el abandonado por sí mismo a la voluntad del Padre y a la voluntad de los hombres. Jesús, haciéndose hombre se ha hecho existencialmente pobre y ha manifestado un amor preferencial por los pobres y oprimidos (cf. IP, 21 s.), a los que ha constituido en su "cuasi sacramento" (Mt 25, 31-46).